jueves, 21 de junio de 2007

VENEZUELA Y EL ALBA

Carlos Mora Vanegas
“Nuestras emociones cambian con frecuencia a lo largo del día, ya que estamos expuestos a acontecimientos, circunstancias y personas que nos hacen reaccionar de diferentes maneras”
Harry Alder
“Para nosotros la Patria es AméricaSimón Bolívar

El presidente Teniente- Coronel Hugo Chávez ha conllevado múltiples estrategias en función de activar su política de Comercio Exterior, de tal forma, que no sólo le favorezca en sus actividades políticas, en sus objetivos de Revolución Bolivariana, sino que permita a Venezuela integrarse más proactivamente en actividades comerciales, aprovechando sus oportunidades, considera que con la creación del Alba, se puede generar nuevas perspectivas en pro de una integración con países menos favorecidos.
Téngase presente, que la Alternativa Bolivariana para la América responde a la concepción integracionista de la política exterior venezolana, que promueve un nuevo orden internacional basado en la multipolaridad, impulsa el diálogo Sur-Sur y se expresa en una dimensión política, económica, cultural y militar en concordancia con las siguientes estrategias:
-Promover la integración latinoamericana y caribeña para abordar con mayor eficacia las desigualdades sociales y los altos niveles de pobreza que afectan a los países de la región
-Consolidar y diversificar las relaciones internacionales, robusteciendo la cooperación Sur-Sur y ampliando las relaciones con otras regiones y países
-Fortalecer el posicionamiento de Venezuela en la economía internacional, contribuyendo así a la ampliación de nuestras exportaciones no tradicionales y añadiendo valor a las tradicionales.
Lo cierto, que Petróleos de Venezuela S.A. nos recuerda, que la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA) es una iniciativa de integración para los países de América Latina y el Caribe, promovida por la República Bolivariana de Venezuela, inspirada en el más grande sueño de nuestro Libertador, Simón Bolívar: “ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria” La propuesta del ALBA la formuló por primera vez el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la isla de Margarita, al noreste de Venezuela, en diciembre de 2001.
Esta propuesta de unir a los países de América Latina y el Caribe en un solo bloque económico, político y social resume los principios rectores de una verdadera integración latinoamericana y caribeña basada en la justicia, la solidaridad, la equidad, la cooperación, la complementariedad, la voluntad común de avanzar, el desarrollo equitativo y el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, con énfasis en el desarrollo humano y social, además del político y económico.
Ideológicamente el Alba está sustentada en el pensamiento de los próceres latinoamericanos Simón Bolívar, José Martí, Antonio José de Sucre, Bernardo O’Higgins, José de San Martín, Augusto César Sandino, entre otros, sin nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas que nieguen el objetivo de construir la Patria Grande Latinoamericana que soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras.
La propuesta integracionista del Alba se contrapone a la neoliberal Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), formulada por Estados Unidos en la primera Cumbre de las Américas, realizada en 1994. De entrar en vigor, el ALCA constituiría desde el punto de vista político la desunión de los países latinoamericanos y niveles de dependencia y subordinación sin precedentes; desde el punto de vista económico contribuiría a la desnacionalización de las economías y significaría la profundización del neoliberalismo; y desde el punto de vista social traería mayor pobreza y desesperación para los sectores mayoritarios de nuestros países.
Frente al modelo capitalista, mercantilista, centrado en el desarrollo económico, depredador y profundizador de las desigualdades propuesto por el ALCA, el ALBA propone la búsqueda de un desarrollo en armonía con el entorno, sustentable en el tiempo, acorde con las potencialidades, sin discriminación y orientado fundamentalmente hacia la igualdad social.
Lo cierto, que Noelia Tiuna (AIN), no señala al respecto, que apenas dos años y medio nos separan de aquel momento fundacional en La Habana, donde los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez dieron vida con sus firmas al ALBA, bajo el espíritu integracionista marcado por la impronta de Bolívar y Martí, en un escenario regional donde la inequidad resulta el principal caldo de cultivo para el cambio. Con el espíritu de cooperación y complementación, contrapartida a la dependencia y subordinación a Washington y al entreguismo de las oligarquías nacionales, la Alternativa Bolivariana dejó de ser asunto de dos naciones para ir conformando un bloque que se nutre de decisiones populares que van cambiando el mapa político latinoamericano.
El Alba tiene por objetivo la transformación de las sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias y por tanto está concebida como un proceso integral destinado a asegurar la eliminación de las desigualdades sociales y fomentar la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación de su propio destino.
Cabe señalar, La Alternativa Bolivariana para la América (ALBA) también ha visto la luz con la concreción de los proyectos de Telesur en el área cultural, y en el ámbito energético a través de
Petroamérica, iniciativa que engloba a las propuestas subregionales Petrocaribe, Petrosur y Petroandina.
La propuesta sobre la constitución de un Fondo Humanitario Social, fue acogida por los Estados integrantes de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) en el XVI
Consejo Presidencial Andino, celebrado en la ciudad de Lima, Perú, del 14 al 18 de julio de 2005. En ese encuentro, los estados Andinos también acordaron evaluar su participación efectiva en Telesur.
Venezuela ha ofrecido garantizar las necesidades petroleras de Bolivia, Cuba y Nicaragua, sus socios en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), además de Haití, y propuesto financiar el 50% de las facturas petroleras. Por si fuera poco, propuso crear el «fondo ALBA» con ese 50% y destinar esos recursos a desarrollar proyectos agrícolas o industriales destinados a mejorar la calidad de vida de la gente.
Venezuela, con una meta de producción para este año de casi 3 millones de barriles diarios, vende a Estados Unidos 1,5 millones de barriles diarios. A través de Petrocaribe, Venezuela ya suministra crudo a la mayoría de los países caribeños, financiando 40% de sus facturas.
Si bien el mandatario no precisó cuál sería el volumen de esos suministros, se espera que la propuesta energética venezolana reciba los últimos toques para ser incorporada al documento final.

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