jueves, 21 de junio de 2007

LA CRISIS EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA SALUD VENEZOLANA

Carlos Mora Vanegas
Muy poca atención se le ha dado a que realmente se manifieste en el país una verdadera excelencia en logro de la administración de la salud que favorezca a los venezolanos.
Desde luego ha habido muy poca responsabilidad del estado en hacer que el servicio de la salud en Venezuela favorezca a todos y no solamente a aquellos que tienen poder adquisitivo para hacer uso de este servicio.
Al detenernos a evaluar, diagnosticar la realidad de la Administración de la salud en el país, observamos como sus actores principales,, especialmente los encargados de gerenciar la salud en las instituciones comprometidas con ello, deja mucho que decir, por la ausencia de conocimientos administrativos que permitan planificar, organizar, dirigir, controlar bien todos los recursos que conlleven alcanzar un buen servicio de la salud, agregándose la poca responsabilidad del Estado en redimensionar, estructurar adecuadamente los servicio de la salud, dándole el apoyo requerido para que esto sea una realidad. A ello se agrega también la participación de las universidades en su compromiso por brindar los conocimientos, herramientas básicas para que los profesionales comprometidos con esta función ofrezcan servicios de calidad.
Nuestra experiencia en este campo, adquirida especialmente de un país plenamente identificado con la salud como es México, nos permiten diagnosticar la realidad venezolana concerniente a la salud y desde luego, nuestra opinión nos lleva a manifestar que es muy débil, por no decir drásticamente mala. Nos preocupa el hecho, que al no contarse con un buen servicio de la salud, se deteriora la calidad de vida del venezolano, no hay garantía de su salud, servicio que debe estar garantizado por un Estado, Gobierno que debe identificarse plenamente con el alcance, repercusiones que ello genera
A través del programa de calidad y productividad, de la misma manera como se hizo con las investigaciones de la cátedra de problemática de la Administración Venezolana bajo mi responsabilidad, nos permitieron determinar la crisis seria que afronta el país por no contar con un buen servicio de la salud. Al respecto podemos señalar, que los servicios de promoción, prevención y restitución de la salud deben ser reformados totalmente, a fin de hacerlos justos, eficientes, modernos a costos razonables y financiados sólidamente por un sistema mixto constituido por aportes provenientes del Régimen de Seguridad Social (que beneficiarán al sector de la economía formal del país) y por recursos del Estado (que cubrirán las demandas del sector socio-económicamente menos favorecido de la población y el numeroso sector informal de la economía, que en los actuales momentos representa alrededor de un 50% de la fuerza laboral del país).
Para analizar las fallas que presenta la Administración de la Salud en Venezuela, definitivamente, podemos nombrar como principal causa el impacto que tiene el financiamiento del sector salud y de cómo este incide en el funcionamiento del sistema de salud. Según un artículo comentado por la Dra. Yahaira Fernández sobre el sistema de salud en Venezuela afirma que este punto se puede ver desde tres perspectivas: la primera de ellas tiene que ver con la suficiencia de recursos que se destina al sector, es decir, si el monto disponible de recursos permite cumplir con los objetivos que se plantean. La segunda perspectiva se relaciona con la distribución de esos recursos. Dicha distribución debe ser revisada de acuerdo a las diferentes partidas presupuestarias y entre las entidades federales (asignación territorial). Una tercera perspectiva para el análisis está asociada a la articulación entre las distintas fuentes de financiamiento y los mecanismos de asignación de recursos.
Considero que en relación a la distribución y suficiencia de recursos, en Venezuela pareciera que existe un abismo en el financiamiento del sector salud. Si bien este sector debe afrontar unos costos crecientes, asociados fundamentalmente a factores como el crecimiento demográfico, a la necesidad de incorporar tecnologías más avanzadas, a la tendencia a la especialización de los médicos, a las crecientes expectativas de los usuarios y a factores de carácter institucional, por otro lado es lamentable observar que los recursos asignados al sector no se han correspondido con esos costos en aumento.
Por otro lado, el esquema de financiamiento y prestación de servicios de la salud existente en el país reporta una dualidad con peligrosas consecuencias. Me refiero al hecho de que, por una parte tenemos al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) que atiende las demandas de la población trabajadora perteneciente al sector formal de la economía y se financia a través de las cotizaciones de trabajadores y patronos, además de asignaciones presupuestarias. Así mismo, el Ministerio de Salud y Desarrollo Social que sólo tiene como fuente de financiamiento la asignación presupuestaria, tiene bajo su responsabilidad atender a toda la población.
Las consecuencias enunciadas de ese esquema dual pueden sintetizarse de la siguiente manera:
- Existe un incremento decreciente del gasto social por lo que resulta más costoso lograr la efectividad de resultados.
- Se profundiza la brecha inequitativa en el acceso a los servicios, debido a que no existe cobertura por parte del IVSS a los trabajadores y familiares en áreas rurales y del creciente sector informal.
- Discordancias entre el MSDS y el IVSS en materia de actuaciones en el sector.
- Se invierte poco en Salud y hay un incremento marginal de una unidad de gasto provocando un menor impacto sobre la mortalidad y la expectativa de vida.
Definitivamente, es correcto lo que nos afirma un participante, que el sector salud venezolano evidencia una ‘crisis de financiamiento’ y que cada vez se agudiza más por la crisis económica, política y social por la cual estamos viviendo todos los venezolanos, donde la incertidumbre y el desconcierto son constantes en todo el país. La intervención del Estado en el sector social se traduce en un incremento del gasto público en salud al mismo tiempo que se detecta un decrecimiento en los niveles de calidad y rendimiento. Estos hechos denuncian la capacidad política de la gestión de la salud por el Estado al mostrar una creciente insatisfacción y conflictividad en la población, no solamente en aquellos sectores beneficiados con el servicio, sino también de los trabajadores del sector.
Cada día vemos más la ineficiencia del estado en el suministro de recursos a las distintas Instituciones de la salud Publica, donde se ven incapacitadas de brindar la ayuda necesaria a las personas que requieren de servicios médicos ya que no cuentan con los instrumentos pertinentes para atender a los enfermos, esto trae como consecuencia que el índice en enfermedades y en mortalidad sea mayor por la inadecuada administración de los recursos pertenecientes al sector salud.
Se puede observar, que todo radica en las fuentes de financiamiento que no están bien organizadas y carecen de una estructura sólida que garantice la administración eficiente de los recursos que debieran ser distribuidos con equidad a los estados que conforman el sector Salud en Venezuela, y como resultado a esta carencia administrativa la parte más afectada es la población Venezolana donde se observa, que las expectativas de los usuarios son más recurrentes y necesarios, por consiguiente, el acceso a los servicios son lentos e inseguros ya que ponen en riesgo la vida del paciente o usuario, actualmente se vislumbra en los distintos sectores, que utilizan medios no adecuados a los requerimientos pertinentes para asistir a los numerosas personas que día a día solicitan consultas medicas y requieren de tratamientos continuos, los cuales la mayoría de las veces son interrumpidos por la falta de recursos y asistencia medica y tecnológica.
Venezuela debe rescatar la gestión de la salud en el país, contando con organismos altamente comprometidos en que se de un buen servicio, que realmente se inculque una buena cultura de la salud entre los habitantes que la integran, y en donde estos deben hacer valer sus derechos cuando están vivos y no cuando ya están muertos.
Se sugiere al respecto:
· Potenciar los servicios y actividades médicas, operativas y administrativas de los centros de salud, a través, de tecnología de vanguardia.
· Proporcionar la integración de todos los procesos de los centros de salud, generando el flujo de trabajo óptimo, para minimizar el esfuerzo de ejecución de las actividades y el uso de papel, así como también, maximizar la productividad y el uso de la información para el proceso de toma de decisiones.
· Recolectar la información en el lugar donde se genera y proporcionarla al personal clínico, a los pacientes y a los aseguradores, dondequiera que sea necesario.
· Proporcionar la accesibilidad a los Datos mediante Internet.
· Incorporar las fortalezas y ventajas de la computación móvil a la solución integral.

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